Con la construcción de una nueva área asfaltada de 53 mil m2, el Centro Tecnológico Randon (CTR) se transforma en el primero de América Latina en contar con una Área de Dinámica Vehicular (VDA, por sus siglas en inglés). Este avance permitirá llevar a cabo evaluaciones de desempaño dinámico de vehículos comerciales para desarrollar y homologar sistemas de control de estabilidad (una demanda legal que comenzará a ser exigida para toda la flota brasileña a partir de 2022). La ampliación contará, también, con una pista especial para pruebas de sistemas auxiliares de frenado, el ABS. La pista tendrá 300 metros de largo y seis metros de ancho, con áreas de escape para ejecutar maniobras de forma segura. De esta forma, el complejo se vuelve una opción diferenciada para el mercado, con dimensiones y capacidades de carga adecuadas a las Combinaciones de Vehículos de Carga (CVCs) que existen en Brasil.
La previsión es que las obras estén terminadas en la mitad de 2020. Dentro de la política ambiental de las Empresas Randon, el proyecto de expansión cuenta con la debida y adicional compensación ambiental. Desde su concepción, el espacio se ha diseñado para comportar vehículos comerciales de hasta 16 toneladas por eje. Al final de la ejecución, estará plenamente capacitado para recibir toda la gama de vehículos automotores y remolcados en circulación, incluyendo los de paseo y motos.
“Todo el complejo ha sido cuidadosamente proyectado, desarrollado y estructurado para atender las particularidades de combinaciones de vehículos de carga previstas por la legislación brasileña”, revela el director de Tecnología e Innovación de Producto de la División Autopartes de las Empresas Randon, César Augusto Ferreira.
A propósito de legislación, las novedades llegan exactamente para cumplir anticipadamente una determinación legal que entrará en vigor por etapas y culminará en 2024: la Resolución 641 del CONTRAN, que comenzará a exigir control de estabilidad en toda la flota nacional. “La legislación establece parámetros rigurosos y maniobras específicas para homologar vehículos, incluyendo semirremolques. Son necesidades que estamos listos para satisfacer en el CTR”, explica Ferreira.
Con una inversión de aproximadamente R$ 10 millones en la ampliación, el complejo de 87 hectáreas que hoy cuenta con más de 20 diferentes tipos de pistas, tendrá nuevas y mejoradas áreas para ejecutar ensayos dinámicos. Además, cerca de R$ 3 millones se han añadido recientemente para incrementar el laboratorio estructural, expandiendo más aún la capacidad de pruebas con el objetivo de atender ensambladoras y las Empresas Randon.
“El proceso de durabilidad acelerada proporciona agilidad en el lanzamiento de productos, garantizando seguridad y confiabilidad. Factores que han demandado cada vez más ensayos en ambientes controlados y laboratorios estructurales, donde se repiten, de forma intensa y monitoreada, las señales obtenidas en campo. Este movimiento fortalece más aún el CTR como un hub de innovación y pruebas”, concluye Ferreira.
En la estructura actual, ya están disponibles trechos de alta velocidad, off-road, frenado, slalon y trechos especiales como piedra de río, empedrado, desniveles, body twist y rampas. También se realizan verificaciones de desempeño, consumo de combustible, Ruido de Pasaje, CicloAMA, Coast Down (certificado por el INMETRO), evaluaciones subjetivas y objetivas. El espacio también cuenta con un taller de 2.200m² destinado a preparar, instrumentalizar y apoyar la operación.
En el laboratorio estructural, con base sísmica, además de los ensayos de durabilidad acelerada, se realizan pruebas enfocadas en la seguridad como estructuras de protección contra vuelcos (ROPS), Anclaje de cinto de seguridad e Isofix. Otro destaque es el acceso controlado: el CTR ofrece plena capacidad de operación bajo estrictas condiciones de sigilo y confidencialidad. Es en este complejo de tecnología y desarrollo donde se prueban los nuevos vehículos de grandes ensambladoras instaladas en Brasil.
Foto: Jefferson Bernardes
